Frida Kahlo. La pintora mexicana más querida de todos los tiempos, icono feminista de los setenta, rebelde, inconformista, fuera de lugar, destructora de tabúes sexuales. Río en desbordamiento, alma salvaje y combativa. Revolucionaria, enamorada de su tierra, abrumadora y atormentada.
El dolor es necesario para generar belleza
Su vida fue una existencia difícil, desgarrada por un dolor físico e interior muy intenso. Sufriendo de espina bífida desde su nacimiento, a los 18 años, en septiembre de 1925, fue víctima de un grave accidente de tránsito que marcó irremediablemente y definitivamente su vida.
El terrible accidente, en el que algunas personas pierden la vida, provoca que se fracture en varios lugares de la columna vertebral, se rompa la clavícula y las costillas y se desgarre el vientre. La convalecencia la obliga a acostarse durante nueve largos meses, enyesada e incapaz de moverse. Es aquí donde la joven Frida descubre su vocación. Es con el pincel y en los colores que su alma sufriente encuentra el camino de la recuperación.
Precisamente en el momento de dolor más intenso, sofocando el deseo de muerte, Frida Kahlo alcanza la cúspide de la belleza creativa.
Las numerosas pinturas, perspicaces, intensas, casi crueles, hablan de su complejo universo, lleno de angustia y deseo de libertad. Un arte que nace del dolor. Un arte que se convierte en terapia, contra la desesperación de un alma salvaje, indisolublemente ligada a su cuerpo inmóvil.
- Mi enfermera y yo, 1937
- Recuerda, 1937
- Lo que me dio el agua, 1938
- La columna rota, 1944
- El marxismo curará a los enfermos, 1954
Estas pinturas, ricas en simbolismo y referencias psicológicas, narran la trágica e inmoderada pasión por la vida que permitió a Frida Kahlo sobrevivir y elevarse a las más altas cimas del arte contemporáneo. Ha tenido dos accidentes graves en mi vida.
Lo primero fue cuando un tranvía la dejó inconsciente, el otro fue Diego. Frida Kahlo En 1928, el encuentro con Diego Rivera, muralista mexicano de renombre internacional, volverá a trastocar su vida. Su historia de amor es quizás una de las más tormentosas y atormentadas de todo el siglo. El dolor de las repetidas traiciones de Diego lleva a Frida a pedir la separación. A continuación se muestran pinturas llenas de ira y decepción que representan a Frida al borde de la muerte, desgarrada por el dolor. Pero la separación no duró mucho y, en 1940, los dos artistas volvieron a casarse.
- Frida y Diego Rivera. 1931
- Las dos Fridas, 1939
Ciervo herido, 1946
Las graves consecuencias del accidente también le impiden tener hijos. A pesar de que su deseo era increíblemente fuerte, Frida nunca pudo llevar a cabo un embarazo, sufriendo tres abortos. El trauma fue tan grande que intentó exorcizarlo, como sus otros tormentos, representándolo en numerosos lienzos.
Un dolor visible
Desde la implacable regurgitación del inconsciente, el pintor pinta -casi siempre en autorretratos- sangre, enfermedades, desgarros, órganos, laceraciones, fetos y pesadillas. Entonces entendemos cómo su arte no nació de corrientes y discusiones artísticas, sino simple y dramáticamente de sus hechos personales y de su dolor indisoluble. En los 200 lienzos ricos en colores y animales exóticos, la pintora ha transformado el sufrimiento en energía vital, logrando afrontar con valentía sus propias ansiedades.
El arte como lugar de salvación
Frida Kahlo es en efecto una heroína de la resistencia que, con el amor de la vida, ella fue capaz de transformar todo lo que intentaba romperlo en arte. Es célebre su último cuadro, terminado ocho días antes de su muerte que, como testimonio artístico, lanza el grito de dolor extremo y desesperado.
- Viva la vida, 1954